Tener un animal en casa siempre es una buena opción para sentirnos más acompañados, para disfrutar de cariño y el amor que las mascotas siempre dan a sus dueños, para compartir todo aquello que tenemos con una nueva vida leal, cariñosa y entregada por completo a nosotros. Es también una gran responsabilidad, por supuesto, y es que debemos ser conscientes de que cualquier animal a nuestro cargo necesita unos cuidados concretos para poder llevar una vida feliz y disfrutable. La mayoría de personas, cuando piensan en mascotas, aluden a perros y gatos, tal vez a pájaros, o incluso a hámster o pequeños peces de acuario, dependiendo de lo que más les guste o de los cuidados que puedan ofrecer, por sus circunstancias. Sin embargo, hay muchas más alternativas, como la de tener una tortuga de mascota.
Estos animales suelen ser tranquilos, cariñosos y apacibles, aunque eso sí, no ofrecen tanta acción como los perros o los gatos, por supuesto. Sin embargo, son una opción maravillosa para aquellos que prefieran a un animal con menos nervio, que pueda vivir en lugares más pequeños como pisos y apartamentos, y que no necesite unos cuidados tan intensivos. De hecho, la mayoría de tortugas solo necesitan un buen hábitat para vivir –tierra o agua, dependiendo de su especie- y un poco de comida cada día para estar perfectamente. Este último punto, eso sí, sigue generando bastante debate, puesto que cada especia de tortuga se alimenta de una forma diferente, y debemos conocer muy bien qué es lo que la nuestra necesita para darle la alimentación adecuada.
La tortuga como animal doméstico
Si bien no es tan popular como los perros, los gatos o los pájaros, la tortuga sigue siendo una de las mascotas predilectas para muchos, especialmente para niños pequeños y adultos ya mayores. Tal vez por la forma en la que juega, más tranquila y sin sobresaltos, o por no necesitar de unos cuidados excesivos que nos carguen de más responsabilidades de las que ya tenemos. Hay tortugas de todos los tamaños y tipos, de las que se pueden mantener en un pequeño barreño lleno de agua y estarán en la gloria, hasta las que solo necesitan un terrario más grande para poder desarrollarse por completo. Son una alternativa genial para los que busquen un animal más tranquilo, que se adapte fácilmente al lugar que habita, y que no tenga tantas necesitadas como las demás mascotas.
Qué comen las tortugas pequeñas
Hay especies de tortugas muy pequeñas que suelen ser acuáticas, aunque también encontramos de este tipo entre las terrestres. Usualmente, las tortugas pequeñas son omnívoras, pero suelen alimentarse de otros animales, e incluso de carne cruda. Hay pienso especialmente ideado para ellas, que se le puede dejar en el acuario o en el terrario, para que ellas mismas se alimenten conforme lo vayan necesitando. No te alarmes si ves que pasan un par de días sin que la tortuga coma, porque muchas veces esto es habitual, sobre todo entre las más pequeños, que no necesitan tanta comida y suelen conformarse con un poco de alimento cada cierto tiempo. Mide bien la cantidad de comida que les das, para no atiborrarlas, pero tampoco dejarlas con hambre. En el equilibrio está el buen hacer.
Qué comen las tortugas de tierra
Existen tortugas de tierra que suelen ser más grandes que las de agua, aunque esto, como siempre decimos, dependerá de la especie. Estas tortugas deben vivir en un terrario bien preparado, con algunas piedras para que puedan tumbarse al sol, y sobre todo, con arena para que se encuentren perfectamente en su hábitat. Compraremos también un comedero, donde colocaremos tanto el agua como la comida de estas tortugas. Las de tierra normalmente son herbívoras, así que podemos alimentarlas con fruta y verdura, con hojas verdes de lechuga, por ejemplo, y comida por el estilo. Lo cierto es que no es difícil alimentar a una tortuga de este tipo, porque siempre tendremos comida en casa para ellas. Son algo más voraces, por su tamaño, pero igualmente no nos vamos a quedar sin comida para ellas, porque tampoco están comiendo todos los días.
Qué comen las tortugas de agua
Estas preciosas tortuguitas de agua requieren un hábitat un poco más especial para poder vivir en condiciones, como un acuario preparado, tanto con agua como con una zona de piedra, para cuando quieran salir a descansar un rato. Al contrario de las terrestres, las tortugas acuáticas tienden más a ser carnívoras, y a alimentarse de otros peces pequeños, insectos o incluso carne cruda. Existe también un pienso especialmente ideado para este tipo de tortugas, que pueden llegar a ser algo más delicadas en el tema de la alimentación. Sea lo que sea, se lo debemos entregar dentro del agua, nunca sacarlas para que coman, puesto que estas tortugas están acostumbradas a ese hábitat y el agua les ayuda a digerir mejor todo aquello que comen.
Qué no debe comer jamás una tortuga
Aunque existen diferentes tipos de tortuga incluso dentro de las especies terrestre y acuática, y cada cuál tiene sus singularidades y necesidades especiales, lo cierto es que hay algunos alimentos que no son muy recomendables para estos animales, y que sería mejor evitar. Por ejemplo, todo lo que sean azúcares están totalmente prohibidos, así como los hongos, que pueden ser muy malos para su digestión, al no estar preparadas para este tipo de alimentos. Algunas legumbres y granos, como el maíz o las lentejas, tampoco son recomendables como alimento para las tortugas. Y si antes hablábamos de fruta para alimentar a las terrestres, sobre todo a las grandes, debemos especificar que hay también algunas frutas que no son convenientes, como el plátano, el melocotón o el kiwi. Una vez sabiendo esto, todavía nos quedan muchas opciones para alimentar a nuestra tortuga, desde luego.