Pocos alimentos hay más típicos de nuestro país que la croqueta. Por supuesto, la mejor del mundo es la de la madre de cada uno, y eso es indiscutible, pero si se hace un campeonato del mundo de croquetas y lo gana un español, pues también habrá que decirlo. Este alimento de los dioses es uno de los más usuales en las cartas de todos los bares y restaurantes de nuestro país, y en los últimos años ha vivido una segunda edad de oro gracias a su revitalización con diferentes sabores, diferentes estilos, llevando un plato muy tradicional a las nuevas tendencias gastronómicas, demostrando que lo de siempre también funciona.
Y evidentemente, la mejor croqueta del mundo tenía que estar en España, concretamente en Toledo, donde el chef Javier Ugidos tiene su restaurante, Tobiko, toda una referencia en la ciudad, y que se está convirtiendo cada vez en un local más popular al que llega gente de todo el país para probar esa croqueta “mágica” que ha ganado tantos premios y que es considerada como la mejor del mundo. La croqueta, además, tiene un secreto muy especial, un toque oriental que el propio chef le ha aportado, utilizando pan rallado japonés para el rebozado final, algo que le da un toque totalmente diferente pero espectacular.
Javier Ugidos, el mejor cocinero de croquetas del mundo
Ugidos se une a la inmensa lista de grandísimos chefs de los que podemos presumir en España. De hecho, tras estudiar en la Escuela de Hostelería de Toledo, su ciudad natal, Ugidos estuvo realizando y prácticas y trabajando por todo el país con los mejores chefs, aprendiendo de ellos y llevando un paso más allá su visión sobre la gastronomía tradicional y la fusión con las nuevas tendencias. Así es como nace su proyecto personal, Tobiko, un restaurante que está dando mucho que hablar en Toledo, especialmente tras la victoria de Ugidos en Madrid Fusión con sus croquetas. El chef ha notado la mayor afluencia de público y espera que se mantenga en los próximos meses y que todo el que visite el local repita.
Premiado en la Cumbre Internacional de Gastronomía 2019
El concurso internacional Joselito a la Mejor Croqueta de Jamón del Mundo suele celebrarse en la Cumbre Internacional de Gastronomía, conocida comúnmente como Madrid Fusión, un evento espectacular que reúne a algunos de los mejores chefs del mundo para presentar sus propuestas a través de degustaciones o concursos como éste. Un jurado especializado escogió a seis finalistas para dirimir cuál era la mejor croqueta de jamón, resultando la de Ugido como la vencedora, por su toque diferente, por ser cremosa, exquisita y untuosa, según el propio jurado del certamen. En este 2019, la croqueta perfecta se ha ido para Toledo, y ya se está notando en el restaurante de Ugido.
En qué consiste el menú y cuál es su precio
Tobiko, su proyecto personal, es un local ubicado en el centro histórico de esta preciosa ciudad manchega. En su restaurante ofrece platos que fusionan la cocina más tradicional con las nuevas tendencias y los sabores más vanguardistas. La prueba es la propia croqueta de jamón, preparada con pan rallado japonés, ingredientes de máxima calidad y hecha al vacío con calor durante dos horas, para que quede perfecta. La croqueta forma parte de dos de los menús que ofrece el restaurante, el Gourmet y el Tobiko, que son seguramente las dos mejores opciones a la hora de comer en este local, ya que además incluyen los platos más especiales del mismo, como el asado, otra delicia a la altura de cualquier primer premio en concursos.
Cómo lograr croquetas dignas de ser premiadas
Ugido no ha tenido ningún problema en explicar el proceso de elaboración de su croqueta perfecta, dando también una imagen del esfuerzo que supone conseguir un producto de tantísima calidad. Con leche entera, jamón ibérico y panko japonés, la croqueta se prepara siempre con la mezcla perfecta, y se deja haciéndose durante más de dos horas, a 85 grados, cocinándose al vacío. Ese parece ser el truco que hacer que las croquetas de Ugido queden tan cremosas y exquisitas, porque no es solo el sabor, sino también la forma en la que la croqueta se deshace en la boca, lo que la hace indiscutiblemente un alimento digno de un premio.